Soy un fotógrafo de paisajes a quien le gusta viajar y fotografiar lugares únicos, sobre todo con un fuerte impacto naturalista. Las Dolomitas están entre mis favoritos y voy varias veces al año; siempre me ofrecen experiencias fotográficas únicas.
He estado trabajando con mi equipo Sony durante años, usando varios objetivos de distancia focal fija, pero, recientemente, mis preferencias se han ido inclinando más hacia los objetivo zoom, por comodidad y velocidad sin sacrificar la calidad de imagen. Los dos zooms que siempre llevo conmigo son el fantástico 12-24mm f/2.8 GM y el 70-200mm f/2.8 GM II. Igual que con todos los objetivos G Master, ambos zooms tienen una nitidez impresionante en todo el encuadre, incluso a apertura completa, así que nunca siento que estoy priorizando rendimiento sobre versatilidad.
El nuevo 70-200mm es un 30 % más ligero que el modelo anterior, y esto marca una enorme diferencia cuando se viaja. No sé si esta sensación de ligereza se debe al hecho de que está más equilibrado, pero es ciertamente posible trabajar todo el día sin sentir su peso. La anilla de zoom es muy corta y está cerca, por tanto hacer zoom es rápido y pasar de 70 a 200mm extremadamente fácil.
Mi objetivo favorito para paisajes es el 12-24mm GM. Antes de su lanzamiento, faltaba un objetivo gran angular de alta calidad con una apertura muy amplia, y Sony cerró el círculo con esta versión f/2.8. Me impresionó cuando, por la noche, frente a las luces brillantes como las de los pueblecitos de la costa Amalfitana, no producía ni siquiera el más leve destello, ¡increíble! El destello está prácticamente ausente desde f/11 a f/22, con las luces solar y artificiales obtienes una preciosa estrella, con puntas largas y cortas.
En general, incluso el peso no es excesivo, lo cual es bastante increíble cuando consideras lo rápido que es el objetivo. Otra nota muy positiva cuando haces fotos con exposiciones largas es que finalmente puedes usar filtros traseros (kits baratos 4 ND), sin tener que usar las caras y aparatosas placas de 150 cm.
En cuanto al 70-200, una de sus ventajas es el excelente trabajo que Sony hizo para limitar el breathing del enfoque. Igual para el cambio del enfoque mientras se hace zoom, lo cual es muy útil, y te permite mantener el sujeto enfocado mientras cambias la distancia focal.
Otra adición útil es el interruptor DNF Full-Time, que cuando está encendido te permite intervenir con el enfoque manual incluso si el seguimiento AF-C está activo. Finalmente, existe un nuevo modo 3 que acentúa la estabilización y está diseñado para aquellas situaciones en las que sigues a un objetivo que se mueve muy rápido.
El rendimiento del enfoque automático de ambos objetivos es perfecto, y esto es particularmente cierto para el 70-200mm. En combinación con mi Alpha 7 IV, es casi imposible hacer fotos desenfocadas.
Alessandro Laurito es un fotógrafo de paisajes y creador de contenido italiano