Si pensamos en un fotógrafo o videógrafo es probable que vengan a nuestra mente personas solitarias, que trabajan de forma aislada, pero que ofrecen la libertad de ser creativos. Para Beatrice de Guigne y Jeremie Pennequin, la idea de trabajar con un conjunto de convenciones es lo opuesto a la creatividad y a la libertad que necesitan para sus imágenes.
Por este motivo, Beatrice, fotógrafa, y Jeremie, videógrafo, trabajan juntos como un tour de force creativo conocido como The Quirky.
"¿Que por qué somos diferentes? Pues no lo sé —afirma Beatrice—. Quizá porque somos una pareja, y eso no es habitual. Nuestro nombre ‘quirky’ nos define bastante bien, efectivamente somos ‘poco convencionales’. La mayoría de fotógrafos utilizan su nombre, a nosotros no nos interesa ser así en nuestro negocio, porque tampoco lo somos en nuestra vida cotidiana".
Jeremie piensa lo mismo: "Nos encanta trabajar con personas que son como nosotros, a quienes no les gustan las convenciones ni escuchar a sus padres. Por eso fotografiamos a parejas que se fugan: solo la novia y el novio, que dejan todo atrás para casarse. Nos encantan esas parejas".
The Quirky comenzó su andadura conjunta hace 4 años. Ya como pareja, Beatrice había trabajado como fotógrafa durante unos 10 años, pero Jeremie abandonó su carrera como arquitecto de interiores para perseguir su sueño de convertirse en videógrafo.
Con ellos van siempre diferentes cámaras y objetivos de Sony: Jeremie utiliza un par de cámaras Sony α7S II, así como la α7 III.
"Comencé con la α7S II por sus capacidades con poca luz y la estabilización en cámara, que me permiten disparar con un ISO 100000 —explica—. Ahora suelo utilizar la α7 III como cámara principal, pero uso la α7S II para ceremonias en iglesias y fiestas de noche, cuando necesito trabajar con poca luz".
Beatrice, que hasta hace muy poco trabajaba con un sistema DSLR profesional, confía en dos cámaras Sony α9.
Aunque al principio le costó acostumbrarse a trabajar con el visor electrónico, ahora le parece una gran ventaja, así como muchas otras características de la α9. "Los motivos por los que adoro la Sony α9 son principalmente cuatro: el visor electrónico que nunca se apaga, el obturador silencioso, el sorprendente enfoque automático y la posibilidad de ver la exposición a través del visor".
Beatrice profundiza en la explicación: "cuando todas estas características se combinan, uno tiene la certeza de que obtendrá más imágenes útiles. También puedo aumentar la sensibilidad con la garantía de que las imágenes que tome con altas sensibilidades conservarán la calidad".
Gracias a un estilo y a una perspectiva única de las bodas, la pareja ha encontrado rápidamente su nicho en la fotografía y en la producción de vídeos de bodas en la región de Burdeos, al suroeste de Francia. Sin embargo, no son los lugareños los sujetos principales de sus imágenes; de hecho, les encanta fotografiar a cualquier británico, estadounidense o australiano que se deja caer por allí para casarse.
"El 90 % de nuestros clientes no son franceses. En Francia se nos dan muy mal los discursos de boda —se ríe Jeremie—. Me gustan mucho más los discursos en inglés durante la cena. Los estadounidenses y los ingleses expresan más sus sentimientos".
Gracias a las redes sociales, The Quirky ha tenido también la oportunidad de viajar por el mundo. "Este año hemos hecho sesiones en Marruecos, EE. UU., Australia, Italia, Islandia y España: 15 bodas en el extranjero. ¡Gracias a Facebook e Instagram estuvimos en Hawái hace 10 días!".
En relación con los objetivos que emplean para trabajar en lugares tan diversos, ambos usan lentes de distancia focal de 35 mm, lo cual ayuda a fusionar sus fotos y vídeos en un proyecto final sin fisuras.
Jeremie usa un objetivo de un socio de Sony, Zeiss: la lente Loxia 35mm f/2; mientras que Beatrice usa la lente Sony Zeiss Distagon 35mm f/1.4 T*. Con la escena establecida con la distancia focal de 35 mm, Beatrice puede luego cambiar a su fiable lente Sony 85mm f/1.4 GM para capturar retratos espontáneos de la novia, el novio y todos sus invitados.
Al final, la tarea de The Quirky se resume en capturar un día especial con un estilo que refleje el carácter de los novios.
Beatrice lo resume muy bien: "Esperamos que nuestra fotografía rompa moldes, tratamos de que todo sea diferente. No todas las bodas tendrán las mismas imágenes. Cada pareja será diferente. Tratamos de hacer crecer nuestra creatividad una y otra vez, incluso después de tantos años".
"Embarquémonos en la aventura y olvidemos nuestros límites".
"Mi cámara es como mi bolígrafo y mis películas, la novela".