La frase «el orden del caos» describe a la perfección la fotografía de Jorge Miguel Jaime Báez. Jorge coge todas las emociones y la imprevisibilidad de una boda y las aúna para crear una colección de imágenes tipo documental, que capturan los momentos que un fotógrafo normal de bodas seguro que se perdería al ir pasando de un posado a otro. Y son precisamente estos momentos, que de otra manera se perderían, los que hacen que su fotografía sea tan especial.
Esta novia esperando a entrar en la ceremonia es solo un ejemplo de cómo un enfoque sincero es lo mejor para capturar las emociones a flor de piel. Jorge nos explica:
«Ya se había parado ante esta fotografía enmarcada de su madre, que había fallecido dos años atrás. La primera vez no llegué a tiempo, pero esperé en silencio en mi sitio, con la exposición y el enfoque preparados. Volvió a acercarse, y disparé. Tuve que inclinar un poco la cámara para que todo saliera donde debía. La silueta del padre dibujada de fondo era fundamental para capturar todas las emociones que sentí, esa sensación de soledad absoluta. Esta fotografía fue la preferida de la novia».
El estilo de Jorge nace de su experiencia personal: su propia boda en 2006 y un momento que no se grabó, y que solo recuerda él y su prometida y compañera de profesión, María».
«María me estaba preguntando qué pendientes debía ponerse y al no recibir respuesta, me preguntó si me pasaba algo. Yo estaba tan nervioso que no podía hablar. Ese es el recuerdo más intenso y bonito que tengo de aquel día, y simboliza la esencia, el presente y el futuro de mi vida».
Por desgracia, el fotógrafo que habían contratado estaba sentado fuera, esperándoles, y Jorge pensaba en lo decepcionados que se sintieron al ver las fotos de su día. «Cuando vimos las fotos de nuestro día —nos contaba Jorge— nos dimos cuenta de que no decían absolutamente nada sobre cómo nos sentíamos». Este fue el punto de inflexión, el momento en el que supo que su fotografía tenía que cambiar y que debía centrarse en lo más importante: «las personas, sus pasiones y sus sentimientos, que son los que verdaderamente construyen la historia del día de su boda».
Según Jorge, para conseguir este estilo espontáneo es necesario sumergirte también en ese caos, en la alegría y la tristeza, la emoción y los nervios. La vida, en realidad. Se basa principalmente en la confianza. “Tienes que ganarte la confianza para acceder a lugares y situaciones donde se supone que nadie más debe estar, estar presente sin estar allí, sin participar, sin dar una opinión, simplemente documentando lo que ocurre. Si intervienes, si cambias y diriges, al final todas las bodas acaban siguiendo el mismo patrón. Pero si dejas que todo fluya, te sorprenderán las situaciones que se dan e inmortalizarás momentos inimaginables. Voy a las bodas con la mente abierta, preparado para capturar emociones”. Para su trabajo de bodas, Jorge ajusta la distancia focal con el recorte en cámara para conseguir la longitud deseada. “La α7R III te permite personalizar un botón para disparar en full frame con 42 Mp, o con un recorte APS-C de 10 Mp, por lo que mi 55 mm se convierte en un práctico 82 mm. Me encanta esta novedad y poder realizar este cambio con rapidez”.
Jorge sabe de sobra lo importante que es conocer a los novios, sus preferencias, sus curiosidades y sus sentimientos, para poder anticiparse a los momentos que le permitirán capturar esas imágenes cargadas de sinceridad. Nos cuenta que en una ocasión, el ramo de la novia tenía dos fotografías de sus abuelos, de las que pudo captar algunas imágenes, pero no estaba demasiado convencido. Después de hablar con la pareja, supo lo importante que era que perfeccionara el disparo, de modo que adaptó la dirección de la imagen.
«A medida que me acercaba, pude ver las dos imágenes claramente y a ella de fondo, por lo que decidí hacer este encuadre, sin que la novia se viera completamente. Quería que se reflejara el paso del tiempo, las generaciones y el respeto por los mayores. Esa fue la última fotografía que le hicieron a la mujer mayor, que falleció a los pocos días».
Si hay algo que le encanta a Jorge de la fotografía de bodas es la adrenalina que siente cuando captura un momento especial y, sobre todo, sincero, especialmente cuando esa es la imagen que buscaba y la había proyectado en su cabeza. «En esta imagen, —nos cuenta— Verónica había preparado un recuerdo especial para su madre, pero esta última no tenía las gafas para poder leerlo, por lo que se lo leyó Verónica. La emoción era cada vez mayor y tuve que elegir con qué momento quedarme, así que me centré en el abrazo, con las chicas a la derecha».
«¡Estoy donde está el caos! Estaba usando la pantalla trasera de mi cámara cuando vi un niño corriendo hacia mí por la derecha. No le dije nada y mantuve el dedo en la captura del disparador, y tuve la suficiente suerte como para capturar las piernas del niño como una viñeta, definiendo el punto focal. Es instinto. Si algo te dice que dispares, hazlo, eso es lo que te diferencia de los demás: tu curiosidad, tus gustos y tus debilidades».
Para Jorge, capturar la imagen perfecta no gira en torno a estereotipos ni modas, ni en torno a premios de concursos, sino en captar los momentos que reflejan esa gran cantidad de sentimientos que se pueden capturar.
Esta imagen del novio, Juan Carlos, es una de las preferidas de Jorge. Nos cuenta que Juan Carlos estaba muy nervioso antes de la ceremonia y necesitaba estar solo y describe que cuando se cruzó con él, lo notó muy inquieto y sabía que era fundamental capturar este momento: «Se levantó y comenzó a dar vueltas por la mesa del salón. Así que me preparé para disparar. Apoyó las manos sobre la mesa y suspiró. Y en ese momento dijo: “Jorge, qué lejos hemos llegado”».
Para Jorge, este momento resume su pasión por la fotografía: «Esta imagen lo dice todo, lo importante que este día es para ellos, todas las cosas por las que ha pasado y el futuro que le espera. Por eso es tan importante capturar estos momentos, tratarlos con sinceridad y que se encuentren en sintonía con mi manera de hacer las cosas».
"La historia la conforman las personas, sus pasiones y emociones"