Cuando fotografío a personas de las que no sé nada, eso añade una sensación de misterio a la imagen. Practico muchos géneros fotográficos, como bodas, arquitectura, paisajes, retratos y, a veces, incluso fotos de detalles o productos. Sin embargo, cuando reviso mis archivos, las imágenes de personas, sus rostros y sus expresiones son las que más me atraen. Me encanta fotografiar a mi familia, a mis amigos y a la gente que conozco, pero también me gusta fotografiar a personas cuyas historias desconozco. Además, no es difícil encontrar desconocidos, ya que siempre están allá donde vayas.
Por lo general, capturo imágenes urbanas sobre la marcha, aprovechando cualquier momento libre que tenga durante el día o la noche. Cuando no sabes a dónde vas y lo que puedes esperar, lo disfrutas mucho más.
Si sé que voy a hacer fotos en la calle, me llevo el objetivo Sony FE 35mm f/1.4 G Master o el FE 50mm f/1.4 ZA. Ambos objetivos ofrecen una calidad de imagen fantástica, incluso cuando fotografío a f/1.4. Además, son fáciles de usar, gracias a controles sencillos, y no pesan mucho, así que puedo llevármelos cuando voy a andar durante mucho rato.
Pero si llevo la cámara conmigo "por si acaso", suelo llevar objetivos más pequeños y ligeros, como el FE 35mm f/2.8 ZA o el FE 55mm f/1.8 ZA. Estos objetivos ofrecen más de lo que parece, ya que son pequeños pero muy potentes. Me ayudan a capturar imágenes nítidas y definidas siempre.
Me gusta reflejar el estado de ánimo o la energía del momento en la imagen. También quiero documentar los lugares que están desapareciendo poco a poco bajo los modernos edificios de cristal y los centros comerciales para que los futuros espectadores puedan ver cómo eran nuestras ciudades en el pasado.
Volverse invisible
El hecho de no ser visto por la gente que fotografío en la calle hace que las fotos sean mucho mejores. Esto se debe a que puedo capturar imágenes auténticas y naturales, ya que la gente no sabe que está siendo fotografiada.
Te vuelves más invisible cuando la gente que te rodea no ve a dónde estás mirando, así que ocultar los ojos funciona muy bien. Unas gafas de sol oscuras o una gorra de béisbol suelen funcionar.
A veces incluso he usado el disparador remoto Sony RMT-P1BT con mi cámara. Puedo sujetarla o dejarla colgada mientras disparo la cámara desde mi bolsillo. Es genial, especialmente cuando se combina con el obturador silencioso de la Alpha 9 II.
Si pasa algo de repente, me atrae el "momento" y nada más importa. Intento enfocar rápidamente y componer lo antes posible. La excelente función de seguimiento de enfoque automático me permite concentrarme también en la composición y el momento de la imagen, ya que sé que la cámara seguirá con precisión al objetivo sin problemas.
Ser discreto es bueno para todos. Por un lado, porque es menos probable que me encuentre con algún problema y, por otro lado, porque no tengo que dar explicaciones incómodas sobre lo que estoy haciendo. Además, cuando alguien repara en ti, el contacto visual puede hacer que la imagen sea más personal y cobre vida.
Una regla que tengo cuando fotografío en la calle es no capturar imágenes de personas en momentos embarazosos. No quiero incomodar a la gente en la calle ni después si, por casualidad, llegan a ver la foto en algún sitio.
Sin embargo, a pesar de que me encanta pasear por las calles y capturar imágenes, no siempre consigo una fotografía interesante. En algunos casos tengo suerte, y en otros, no. Pero eso es lo divertido: no saber qué voy a fotografiar y llevarme a casa es lo que me atrae de la fotografía urbana.
"La fotografía me ha dado el mayor de los dones: ver el mundo desde una perspectiva única. Estamos rodeados de tanta belleza y magia que merece la pena capturar... Solo hay que seguir buscando y estar siempre preparado"