Me llamo Kenton Thatcher y nací en Londres (Inglaterra). Desde la tierna edad de 14 años me sumergí en el mundo de la fotografía gracias a la obsesión de mi padre por las cámaras y los cuartos oscuros. Comencé a documentar mi propia vida escolar a través de mi cámara y, a los 17 años, empecé a viajar por el mundo para asistir a algunos de los fotógrafos más talentosos y célebres del mundo.
Aunque sigo viajando, vivo en Lisboa, donde estoy instalado desde hace 25 años, y me he forjado una reputación como uno de los principales fotógrafos de publicidad, retratos y estilo de vida del país. Tengo la suerte de contar con mi propio estudio, que se ha convertido en uno de los centros más creativos e innovadores de Portugal, que alberga espacios de trabajo para diseñadores y artistas.
Has sido uno de los primeros fotógrafos profesionales en probar la Alpha 7R V. ¿Cuáles son tus primeras impresiones y las características que más destacarías?
Estaba muy emocionado por ser uno de los primeros en tener en mis manos y probar la nueva Alpha 7R V, y en resumen es realmente un salto significativo respecto a su predecesora.
En primer lugar, me encanta la experiencia de disparar con ella: el agarre y el equilibrio de la nueva cámara son realmente cómodos, con mucha profundidad para mis manos. Ahora la cámara parece realmente una parte de mí.
El nuevo monitor LCD multiángulo de 4 ejes es otro gran paso adelante y es estupendo para esas tomas de ángulo bajo, sin tener que tumbarme personalmente en el suelo cada vez que disparo desde el nivel del suelo. Por supuesto, el nuevo enfoque automático basado en la inteligencia artificial es sin duda un cambio total para la fotografía: el anterior Eye AF era genial para mi tipo de fotografía, pero ahora, con esta última tecnología, no se pierde ninguna imagen. Reconoce al instante la posición de los ojos mediante la estimación de la postura humana, incluso si la cara y los ojos quedan ocultos.
Y otra gran mejora, que es fundamental para mi tipo de trabajo, es que ahora la cámara puede enfocar sobre la superficie del ojo.
¿Cómo afectarán o ayudarán estas características al tipo de fotografía o creación de contenidos que hacéis tú y otras personas del mismo ámbito?
La Alpha 7R V se adapta tan bien a la mano, es tan cómoda, que será una gran ventaja para los fotógrafos especializados en fotografía de estilo de vida, bodas, deportes y naturaleza. Simplemente se siente parte de ti. La nueva tecnología de enfoque automático basada en la inteligencia artificiar no se parece a nada que haya probado antes. Puedes correr con el sujeto y capturar imágenes nítidas en todo momento, incluso disparando con las aperturas más amplias. Me gustó especialmente la mejora en el enfoque automático de los ojos, que se centra en el propio globo ocular, en lugar de la pestaña. Cuando disparas con objetivos de apertura ultrarrápida, esto puede suponer una gran diferencia.
La Alpha 7R V se esfuerza por ofrecer a los profesionales la calidad de imagen, la operatividad y las prestaciones de enfoque automático que necesitan para llevar a cabo sus proyectos por muy exigentes que sean. ¿Crees que consigue este objetivo?
En lo que respecta a la consistencia del enfoque automático, creo que no hay nada que iguale a la Alpha 7R V. En situaciones o poses exigentes, mi Alpha 7R IV fallaba ocasionalmente en el enfoque si el sujeto se apartaba repentinamente o si la cara quedaba oscurecida. Al probar la Alpha 7R V, no hubo ni una sola imagen que quedara mal, a pesar de que las modelos adoptaban diferentes poses y se movían durante la sesión. En mi opinión, este nuevo enfoque automático basado en inteligencia artificial ofrece un nivel de seguridad que la diferencia de otras cámaras profesionales.
Los objetivos y los accesorios son otro componente fundamental para la creación de imágenes. ¿Qué objetivos y accesorios de Sony utilizaste para tu prueba inicial y por qué?
Para esta sesión, decidí utilizar tres objetivos completamente diferentes: el FE 70-200mm f/2.8 GM OSS II, el 24-70mm f/2.8 GM II y el 50mm f/1.2 GM. Siempre me han impresionado los objetivos G Master y todos ellos se adaptaron perfectamente a la velocidad de enfoque automático y al sensor de 61 megapíxeles.
Cuando el sol estaba en su punto más alto, cambié entre los dos zooms y comprobé que el enfoque era impecable, especialmente con el 70-200, que se ajustaba al ojo en todo momento. Cuando la luz dejó de ser tan fuerte, cambié al 50mm, que también funcionó a la perfección.
¿Qué consejo darías a los profesionales que se fijan en ti y en tu trabajo?
La fotografía ha cambiado mucho a lo largo de los años y creo que es importante darse cuenta de que todos tenemos días buenos y días malos como fotógrafos. Puede llevarnos mucho más tiempo conseguir lo que queremos y puede ser muy destructivo para el alma ver tantas imágenes increíbles que se nos pasan por los ojos a diario gracias a las redes sociales. Si realmente tienes ese amor y esa pasión por la fotografía, debes perseverar y las cosas progresarán de forma natural.
Echando la vista atrás, me he reinventado muchas veces, he tenido varios momentos en los que pensé que mi tiempo se había acabado, sin embargo ahora estoy trabajando más que en los últimos 10 años. Lo importante es disfrutar de la fotografía y compartir el oficio.
"La fotografía es mi herramienta de comunicación. He aprendido mucho más de la vida con una cámara en mis manos y escuchando las historias de mis sujetos que en cualquier libro que haya leído. Pero claro, soy disléxico"