Para mí, la primavera y el verano significan nuevos comienzos. Los colores vívidos de las primeras flores empiezan a aparecer, y me emociona especialmente ver mariposas y libélulas. Me encantan los animales; y pasar tiempo con ellos en la naturaleza es mi fuente inagotable de felicidad e inspiración, pero en la fotografía macro, las mariposas y las libélulas son de mis criaturas preferidas para fotografiar. También me gustan los pájaros con mucha actividad que hacen sus nidos y alimentan a sus crías. En general, cualquier cosa que vuele es una fuente de inspiración para mí.
Cuando te centras en el sujeto, es fácil olvidarse de que la iluminación es igual de importante en las fotografías de animales salvajes que en las de cualquier otro estilo de fotografía. Por esa razón, es especialmente importante elegir las mejores horas del día y obtener la mejor orientación e intensidad de la luz. Esta no solo incide en el sujeto, sino que afecta a cómo se verá el fondo en la imagen.
Otro aspecto importante es el tiempo. Siempre lucho contra el viento. Es el mayor enemigo de todo fotógrafo de macro. Cuando trabajas con grandes ampliaciones y poca apertura para capturar la mayor profundidad de campo posible, la más mínima brisa de aire puede provocar un movimiento indeseable en el sujeto que estás fotografiando y arruinar una buena imagen.
Hoy por hoy, uso la Sony Alpha 7R IV para mis imágenes, aunque a veces también utilizo la Alpha 9 II. Para las escenas macro, acoplo el objetivo macro Sony FE 90m f/2.8 G u otro de terceros de 180 mm con un adaptador. Cuando fotografío pájaros, uso el Sony FE 200-600mm G o bien, si tengo suerte, me dejan el FE 600mm f/4 G Master, que es ideal.
Naturalmente, el trípode es esencial en mis fotografías macro. Para obtener la profundidad de campo adecuada, disparo a f/8 o f/11 y trato de mantener la sensibilidad ISO a 100 o 200. Así obtengo una velocidad de obturación que suele oscilar entre 1/5 y 1/50 s. Aunque dispone de un magnífico sistema de enfoque automático, generalmente ajusto el enfoque manualmente y utilizo la visión aumentada de la propia cámara para configurar el enfoque y la profundidad de campo justo donde yo quiero.
Al fotografiar macro, también suelo usar los rieles de enfoque electrónicos, de manera que puedo capturar muchas imágenes con planos de enfoque ligeramente diferentes. Luego los combino en un software para crear una imagen "compilada" con el sujeto completamente enfocado y el fondo difuminado. Para llevar a cabo esta técnica, todo debe permanecer completamente inmóvil: la cámara, el insecto y lo que sea donde el insecto está posado. Es por lo que los días sin viento son tan importantes.
El mejor consejo que os puedo dar para fotografiar en el campo es que elijáis un día con el viento en calma. También que os levantéis temprano y fotografiéis por la mañana, cuando el sol esté saliendo. Con temperaturas más bajas, los insectos se mueven mucho más despacio y es muy probable que se paren a aprovechar la luz solar de la mañana para entrar en calor. Obviamente, las primeras horas de la mañana también aportan una gran claridad e incluso algo de neblina y gotas de rocío, lo cual puede añadir atractivo al fondo de la imagen.
Fotografiar pájaros volando requiere práctica y mucho conocimiento del sistema de enfoque automático de tus cámaras. Tanto la Alpha 7R IV como la Alpha 9 II cuentan con un sistema de autoenfoque impresionante. La primera lo combina con una resolución de 61 millones de píxeles y, por tanto, me permite capturar cualquier detalle; y con la segunda puedo disparar hasta 20 fps.
Configuro mis cámaras con el modo AF-C y los puntos de enfoque con bloqueo en L o en Zone para que el punto de enfoque tenga margen para hacer el seguimiento del vuelo del pájaro. Luego, capturo con disparo continuo Hi+, que permite capturar a 20 fps en la Sony Alpha 9 II, como ya he comentado. Con esta configuración puedo capturar diferentes imágenes y movimientos del vuelo de los pájaros. Por otro lado, en cuanto a la configuración de la exposición, la velocidad de obturación es evidentemente lo más importante para asegurarnos de que el movimiento no queda desenfocado. Por tanto, siempre establezco la velocidad de obturación en 1/2000 s como mínimo y dejo la apertura en la configuración máxima. Así, me aseguro de que puedo dejar la configuración de la sensibilidad en Auto ISO, sabiendo que tanto la Sony Alpha 7R IV como la Alpha 9 II generarán muy poco ruido, incluso aunque la sensibilidad aumente. De esta forma puedo capturar el movimiento rápido de un pájaro volando con la tranquilidad de que obtendré todos los detalles que necesito.
"Siempre procuro que mis fotos sean mejores, independientemente de cuánto tiempo me lleve y cuánto esfuerzo exija"