Confía en mí

Por esto mismo, el reciente proyecto de Brendan, "Retratos en un minuto", planteó una serie de interesantes problemas. "Sí —se ríe Brendan—, el proyecto fue un gran desafío, especialmente porque para llevarlo a cabo escogía aleatoriamente a desconocidos en mis actos. Pero me gustan los retos, porque, como fotógrafo, hay que intentar poner el listón lo más alto posible todos los días".

El objetivo del proyecto, afirma Brendan, era demostrar que es posible conseguir un gran retrato en tan solo un minuto, "siempre que haya confianza. Confianza entre el fotógrafo y el sujeto, pero también entre el fotógrafo y la cámara".

Es esta combinación, según cuenta, la que le permitió crear su impresionante serie de retratos monocromáticos. En su opinión, cualquiera puede hacerlo si tiene la habilidad y las herramientas necesarias. "Quería demostrar que puedes hacer cosas así en fotografía urbana o, de hecho, en cualquier campo, porque muchas personas temen acercarse a otras y pedirle lo que necesitan".

"La confianza se basa —prosigue Brendan—, en la forma en la que miramos y hablamos a otras personas. Así que, incluso en una situación como la de algunos eventos multitudinarios, con 200 o 300 personas, intento encontrar un espacio para nosotros dos. Le pido a mis sujetos que no miren a la multitud, solo a mí, como si estuviéramos solos y no hubiera nadie más. Eso les tranquiliza, así que de ese modo estamos trabajando juntos, como fotógrafo y sujeto, y es una tarea de ambos".

¿Cómo consigue Brendan completar la conexión con el sujeto en un espacio de tiempo tan corto? Según cuenta Brendan, se trata de pedir al sujeto que mire al objetivo y que intente encontrarle dentro de él. "Eso es muy importante, ya que crea una imagen muy distinta a cuando alguien simplemente mira a la cámara. El sujeto parece más concentrado, como si estuviera manteniendo una conversación. Eso te da esa conexión que crea la imagen".

En tan solo un minuto, Brendan necesitaba estar seguro de que su α7R III capturaría a la perfección las conexiones que había establecido rápidamente. ¿Lo más importante? "La nitidez. Con el Eye AF de Sony, sé que no tengo que preocuparme por el enfoque en los ojos. Siempre están bien enfocados, incluso con una gran apertura. Antes del Eye AF, siempre existía el riesgo de que, en ese momento especial, el enfoque se centrara en el párpado o la ceja, con lo que te preguntabas: ‘¿Realmente tengo el control?’".

¿Y ahora? "Sé que puedo trabajar con el sujeto y mantener el contacto con él. Sé que nunca me tengo que preocupar de la cámara, es solo una extensión de mi mente creativa. Eso es lo más importante, especialmente si solo dispones de un minuto para hacer una foto. Una vez más, es una cuestión de confianza: confianza en mi cámara. Por eso trabajo con mi α7R III, porque la tecnología me permite hacer lo que yo quiero".

Al tener que trabajar tan rápidamente y al usar una configuración de flash tan sencilla, Brendan también empleó las funciones TTL de la α7R III, un complemento ideal para su forma habitual de trabajar. "Soy muy clásico, así que en el estudio me gusta trabajar con un exposímetro. Sin embargo, cuando no tengo tiempo para eso, el modo TTL me ayuda mucho. Así, siempre hago la primera foto en TTL y luego cambio esos ajustes al modo manual para tener el control total. Para mí, es una especie de fotografía híbrida, que me ofrece un gran punto de partida desde el que poder llevar el siguiente disparo un poco más lejos".

El intercambio de confianza final se produce con el espectador, afirma Brendan, ya que a este se le pide que se sumerja y siga una serie de imágenes que pueden haber sido tomadas muy lejos en la distancia y en el tiempo. En un proyecto como el de sus retratos en un minuto, el éxito reside en lograr coherencia en sus fotos.