Aunque para muchos de nosotros un autobús de techo abierto y unos auriculares en varios idiomas puedan ser la mejor manera de explorar una nueva ciudad, para Guillaume Ruchon una cámara, un trípode y sus dos pies son todo lo que necesita.
En su último viaje a Singapur, nos relata que lo primero que hizo al llegar fue adentrarse en las calles de la ciudad con su cámara y su trípode en mano, "decidí llevarme mi equipo y mi trípode para pasear por las calles de noche y descubrir la ciudad a fondo".
Si hubo un lugar que rápidamente atrajo la mirada de Guillaume, este fue el puerto, con sus modernas fachadas y su brillante iluminación, sin duda el lugar perfecto para colocar su trípode y comenzar a disparar.
"En otros viajes, normalmente habría consultado blogs o habría utilizado Instagram para descubrir algunas de las mejores localizaciones para fotografiar, sin embargo, para este viaje tan solo quería caminar por las calles y observar —nos cuenta—.
Pronto me di cuenta de que la arquitectura de Singapur es increíble —continúa—. Me quedé principalmente en la zona del puerto porque quería capturar el horizonte, el hotel Marina Bay Sands, los súper árboles de Supertree Grove y, cómo no, jugar con los reflejos del agua".
Aunque tradicionalmente se haya aconsejado elegir un buen destino para obtener las mejores imágenes, en realidad todo se reduce a capturar la luz.
"La luz es la clave y contar con un trípode es esencial para que la cámara no se mueva y disparar con una larga exposición. También hay que tomar decisiones en lo que respecta al balance de blancos, puesto que las diferentes fuentes de luz producen iluminaciones de diferentes colores", explica.
Para Guillaume, los colores de una escena constituyen otra manera de expresarnos: "cuando queremos contar una historia con una sola imagen podemos cambiar lo que nos transmite la imagen en función de los colores cálidos o fríos que usemos para ajustar el balance de blancos".
Guillaume acompañó su viaje a Singapur de su leal Sony α7R III y sus objetivos FE 16-35mm f/2.8 y 24-105mm f/4 G OSS.
"El FE 16-35 f/2.8 GM es mi objetivo número uno para las fotografías de arquitectura y paisajes. La apertura no es demasiado amplia, por lo que apenas hay distorsión. Con el zoom de 35 mm incluso puedes disparar con una apertura de f/2.8 y obtener unos resultados fantásticos con respecto a la nitidez y la definición".
Like many other photographers, the key reason for the Sony α7R III is the incredible 42.2 megapixel resolution. “I can’t live without it” says Guillaume “the detail is awesome for editing and also when cropping.” With so much detail it can be tempting to set the highlights and shadows to -100 and +100 to show as much as possible, but Guillaume advises those starting out to learn how to use tone curves in your editing software to adjust the brightness and contrast. “It is much more creative than simply adjusting the highlights and shadows, but it also harder to learn how to use successfully”, he says.
Su gran resolución y el rango dinámico no son las únicas características de la α7R III que ayudan a fotografiar imágenes de paisajes urbanos de noche. "Si hay algo que realmente me resultó útil a la hora de fotografiar de noche en Singapur fue el zoom de 12,4x". A Guillaume, esta función le ayuda a enfocar sus imágenes con precisión en condiciones de poca luz a través del visor electrónico. "El uso del zoom junto con la función Focus Peaking me ayuda a estar completamente seguro de que mis imágenes poseen una nitidez perfecta y están enfocadas".
Todas las ciudades le ofrecen a Guillaume una nueva oportunidad para explorar y fotografiar imágenes de noche, pero, ¿no se aburre nunca? "¡No, nunca! —exclama riéndose—. El tiempo y las estaciones siempre cambian y la luz también suele hacerlo. Obviamente, mis imágenes también cambian a medida que evoluciono y cambio mi estilo. Siempre hay algo nuevo que descubrir".
