"Al fotografiar escenas para una película te enfrentas a diversas limitaciones —reconoce el fotógrafo Christophe Brachet— así que para conseguir las imágenes que necesito debo moverme como un gato. No puedo interactuar con el plató ni con las personas que están delante o detrás de la cámara. Debo pasar inadvertido, hacerme invisible, para poder conseguir imágenes que sean lo más realistas posibles. Ser discreto es la máxima de mi profesión".
Christophe recuerda que todo era mucho más complicado antes de que el equipo Sony Alpha cambiara su forma de disparar durante la grabación.
"Para mi trabajo, la gran revolución llegó con el modo de disparo silencioso de las cámaras sin espejo como la Sony α9, la α7R III y la α7 III que utilizo ahora". Antes "la mayoría de las fotografías de plató se realizaban con 'blimps', que consistían básicamente en unas carcasas subacuáticas modificadas para insonorizar el obturador, puesto que al disparar durante las tomas debes ser sigiloso o cualquier ruido quedaría grabado".
Con diez años de experiencia como fotógrafo de plató a sus espaldas, en sus últimas sesiones se ha enfrentado a las particularidades de los dramas y comedias históricos, como "Le retour du Héros", un proyecto que supuso nuevos retos y oportunidades tanto para él como para su cámara.
"Comencé a participar en este proyecto a través del director, Laurent Tirard, y era la primera vez que trabajaba con Mélanie Laurent. Gracias a ellos, y al resto del equipo, fue un verdadero placer. Sin obviar que los disfraces y las localizaciones de los dramas históricos son sin duda un tema atractivo e interesante para cualquier fotógrafo".
Christophe reconoce que "Le retour du Héros supuso un reto particular porque, al ser una comedia tipo astracán, los actores nunca sonríen a cámara. Sin embargo, necesitaba conseguir imágenes de los actores riendo para la promoción de la película, puesto que el público debía comprender inmediatamente que se trataba de una comedia. Para capturar estos momentos, no perdía detalle en el backstage ni en el set". El enfoque superrápido y la velocidad de disparo de la α9 le ayudaron a inmortalizar estos y otros grandes instantes.
Otros momentos clave de su trabajo fueron las imágenes de una actriz al caer a un lago y la de un soldado a galope. "Para estas dos fotografías, utilicé el modo ráfaga de la α9 a 20 fotogramas por segundo", esto le permitió seleccionar la imagen perfecta: el momento más fascinante.
"Cuando disparas así, no hay por qué tener miedo de perder al sujeto, porque el enfoque de la α9 es extremadamente preciso y el seguimiento del sujeto es 100 % fiable. Juntos, la frecuencia de fotogramas y el enfoque me permiten concentrarme en el sujeto".
Además de las imágenes "en directo" que los fotógrafos de plató deben capturar, también realizan sesiones promocionales y fotografías detrás de las cámaras, para las que Christophe utiliza su α7R II.
"Mis fotos se utilizan para la promoción y los carteles de la película. Aunque saqué esta foto del actor Jean Dujarding en medio de una grabación, quería capturar el realismo que el director de atrezo había creado".
Muchas veces le encargan también que capture posados en los que muestre a los actores y a los decorados con todo lujo de detalle. Para ello confía en la alta resolución del sensor de la α7R II: "son muchos los artistas que trabajan en la producción de una película y mi intención es mostrar el gran trabajo que todos ellos realizan", afirma.
La diversidad de lugares y escenarios obligan tanto a Christophe como a sus cámaras y objetivos a reaccionar con la misma precisión ante todo tipo de situaciones. Por ejemplo, trabajar con la iluminación del decorado puede ser complicado: "El control total de la luz lo tiene el cámara principal, así que debo colaborar con él para capturar el ambiente que ha creado en mis fotos", explica Christophe. Afortunadamente, las escenas de poca luz no suponen problema alguno porque los sensores Sony tienen una sensibilidad y un control del ruido excepcionales, incluso con ISO muy elevadas.
Para aprovechar al máximo la luz, suele utilizar objetivos fijos y con zoom de la serie G Master de Sony, como el 24mm f/1.4 GM, el Zeiss Batis 85mm f/1.8, el Sony Zeiss 55mm f/1.8 y el 24-70mm f/2.8 GM.
Los fotógrafos como Christophe pronto tendrán a su disposición otros grandes objetivos: "Estoy deseando probar el nuevo 135mm f/1.8 GM. Prefiero los objetivos de focal fija porque me gusta explorar los alrededores y moverme entre foto y foto, y mis cámaras Sony me permiten hacerlo sin problema", reconoce sonriendo.
"Lo que más me gusta de mi α7S es que es pequeña y pasa desapercibida, lo que me permite capturar momentos naturales"