Para la especialista en fauna Kaisa Lappalainen, fue un viaje lleno de sorpresas agradables. "Nunca antes había fotografiado fauna en el delta del Danubio —explica—, sí que fue muy interesante verlo con mis propios ojos. Se parece mucho al delta del Okavango en Botsuana, y como hay que llegar en barco y muchas de las especies son las mismas, parecía realmente como si estuviera otra vez en África".
Usuaria habitual de la Sony α9, para esta ocasión utilizó exclusivamente la RX10 IV. "Fue fantástico —afirma—, es ligera y silenciosa, y rindió a la perfección con todas las condiciones ambientales o de luz en las que trabajé. Es un equipo excelente para la fotografía ornitológica".
¿Qué la llevó a visitar Rumanía? "En primavera, el delta del Danubio es un importante lugar de parada para las aves migratorias —explica Kaisa—, en la semana que pasé allí, avistamos unas 115 especies. Algunas aves solo hacen una parada antes de continuar su viaje por el resto de Europa, pero otras se quedan y anidan. Es increíble comprobar que existe este tipo de fauna en Europa, tan cerca de las grandes ciudades y, al mismo tiempo, tan salvaje".
Conocer bien el terreno es de suma importancia en el trabajo de Kaisa y, aunque ella misma es una experta guía turística de safaris, también resultaba fundamental que contara con la ayuda de un guía local que supiera dónde y cuándo encontrar las distintas especies. "Sin un guía local es fácil dejar pasar oportunidades. Por ejemplo, nosotros tuvimos la suerte de disfrutar de una increíble puesta de sol una noche y de un amanecer brumoso y colorido a la mañana siguiente. Sabíamos que teníamos que aprovecharlo al máximo, y el guía me llevó al lugar adecuado en el momento oportuno".
Estar en el lugar y el momento oportunos es muy importante, pero para sacarle el máximo partido Kaisa seguía necesitando el equipo adecuado.
La versatilidad integral del objetivo 24-600mm de la RX10 IV fue muy útil para estas fotos, al permitir a Kaisa hacer fotos con mayor amplitud para captar mejor el medio ambiente. "Es fácil recurrir al gran aumento de la RX10 IV a 600 mm, pero para esta sesión también quería visualizar sujetos en el paisaje. Con 24 mm eso es fácil y me permitía reaccionar rápidamente si necesitaba cambiar la composición. Con la RX10 IV I puedo hacer fotos de paisajes, retratos y acción, todo con la misma cámara pequeña, en lugar de tener que cambiar cuerpos y objetivos. ¡Eso me quita un peso de encima!".
Para Kaisa, el tamaño y el peso son factores muy importantes, así que, al descubrir que con una cámara tan pequeña puede conseguir fotos de calidad profesional, se le ha abierto todo un abanico de posibilidades. En sus propias palabras: "Los límites de peso de las aerolíneas pueden ser muy estrictos, especialmente en los vuelos pequeños que suelo tomar para ir a lugares alejados. A veces tengo problemas para que me dejen subir con mi equipo completo. Además, con un equipo más ligero puedes llegar más lejos andando o en bici. Incluso aunque no viaje específicamente por trabajo, puedo llevar la RX10 IV y, si se presenta la oportunidad, llevo un objetivo de 600 mm en el bolsillo".
A la hora de hacer fotos desde larga distancia, la RX10 IV tiene todo el alcance que puedas necesitar, afirma Kaisa, así como estabilización de imagen integrada para disparar con confianza con esos enormes aumentos, para que tengas la seguridad de que cada pluma saldrá perfecta.
"Lo que más me sorprendió fue la minuciosidad de los detalles —confiesa—. Es increíble que puedas conseguir estos primeros planos con una cámara tan pequeña y asequible."
Kaisa, usuaria habitual de la Sony α9, está acostumbrada a un gran rendimiento y velocidad. ¿Es también el caso de la RX10 IV? "Las imágenes eran de una nitidez asombrosa —afirma sonriendo—. Sabes de inmediato si una cámara es buena cuando tienes que fotografiar pájaros que echan volar y cambian rápidamente de dirección, y podía enfocarlos sin problema. Utilicé prácticamente el mismo ajuste del AF que empleo en mi α9. Para sujetos que se mueven o para sacar fotografías desde un barco, tienes que usar el seguimiento continuo en todo momento, pero cuando esperas escondida a que los martines pescadores se posen en una rama, lo importante es el enfoque previo. Con 24fps, puedo seguir a un pájaro que echa a volar y capturar el mejor instante".
Aunque esperar tumbada durante horas en la lluvia o permanecer agachada con un traje de camuflaje para pasar desapercibida puede ser muy estresante para el cuerpo, la RX10 IV aguantó perfectamente las condiciones, relata Kaisa. "En esta época del año, la temperatura suele ser de unos 20 ˚C en el delta del Danubio, pero cuando llegamos llovía y nevaba —se ríe—, pero la RX10 IV está bien sellada para estas ocasiones. Al principio me preguntaba si lograría soportar las inclemencias del tiempo, pero rindió a la perfección con todas las condiciones".