«La fotografía paisajista gira en torno a la luz, y la luz más espectacular y única se consigue cuando el tiempo es intenso», nos cuenta el fotógrafo islandés Páll Stefánsson. Con el paso de los años, Páll se ha hecho al tiempo cambiante de Islandia, probablemente mucho más que los miles de fotógrafos que viajan a su tierra natal cada año.
«Resulta muy interesante ver que, cuando hace mal tiempo, puedes ir a los sitios más fotografiados de Islandia y no encontrarte a ningún fotógrafo. Y, en cambio, cuando el sol se encuentra en su punto más elevado, te encuentras con cientos de fotógrafos haciendo cola para sacar la misma foto, con la misma luz. Me encantaría decirles “por favor, por favor, volved mañana que dan malo”, pero pensarían que estoy loco».
El tiempo y la luz pueden cambiar muy deprisa en Islandia, pero en lugar de verlo como un obstáculo, para Páll es algo estimulante. Los continuos cambios de tiempo y de luz hacen que su manera de ver los paisajes nunca sea la misma, lo que le sirve de fuente de inspiración: «Nunca planeo la fotografía que voy a hacer porque las imágenes de los paisajes simplemente van surgiendo. La fotografía paisajística tiene que ser libre, ya que la luz es el factor más importante. Siempre me estoy moviendo, caminando, haciendo senderismo, conduciendo y, siempre estoy alerta, así que cuando veo algo interesante, me paro».
Páll también piensa que la duración de los días en Islandia influye mucho en sus fotografías: «los días que salgo a hacer fotos en verano pueden ser bastante largos, ya que siempre hay algo que ver y una luz interesante. Sin embargo, en diciembre solo hay 3 horas de luz. Esto complica bastante las cosas si tengo que desplazarme 500 km y solo cuento con un tiempo limitado para hacer fotos».
Aunque utiliza una Sony α7R III para sus fotografías de paisajes, gran parte de la manera en la que Páll la utiliza se debe a sus 30 años usando carrete, principalmente con cámaras de formato medio.
«Casi nunca reviso la cámara, sigo haciendo fotos casi como cuando usaba carrete, nunca paro para hacer fotos en modo HDR. Tampoco hago muchas fotos, la primera imagen de mi último libro fue la primera y la única que hice. Sabía que tenía la imagen que estaba buscando, así que, ¿para qué iba a intentar hacerla de otra manera?»
Todas las fotografías del último libro de paisajes islandeses de Páll fueron tomadas durante un período de dos años, le gusta hacerlo así para que su trabajo siga siendo actual: «no me gusta tirar de archivo porque creo que es importante que los fotógrafos hagan y vean cosas nuevas, diferentes. Me gusta mirar hacia adelante y pensar que sigo mejorando como fotógrafo».
«Nunca he usado un objetivo con zoom. Hago el 95 % de mis fotos con solo tres distancias focales: 35 mm, 50 mm y 85 mm. Creo que cuando reduces tu equipo a unos pocos objetivos, agudizas la visión y simplemente sabes qué objetivo tienes que utilizar y cómo debes plantear la escena».
Nos cuenta que los tres objetivos que usa aprovechan al máximo el sensor de fotograma completo, y cómo estos le permiten utilizar el mínimo equipo y seguir consiguiendo fotografías muy variadas: «Estos objetivos tienen una calidad y un bokeh al que estaba acostumbrado con mi cámara de formato medio y mis objetivos, y me gustan tanto porque puedes utilizarlos tanto para paisajes como para retratos. Puedo fotografiar retratos con una apertura de f/1,4 y conseguir fondos desenfocados y ojos nítidos, o puedo fotografiar paisajes con una apertura f/8 y tener todo enfocado desde el primer plano hasta el fondo. Es el mismo objetivo, pero las imágenes tienen un aspecto y un toque completamente diferente. Es como tener dos objetivos en uno».
Otra herramienta que no falta en la bolsa de Páll es la cámara compacta Sony RX1R II, con la que siente que le da una nueva dinámica a la fotografía. «Me encantan las fotos cuadradas de cuando fotografiaba con cámaras de formato medio, así que cuando vi que la cámara tenía un modo para fotografiar imágenes en formato cuadrado, aluciné. Me encanta componer imágenes en formato cuadrado, es un reto, sí, pero cuando te sale bien, quedan genial».
Consejos para fotografiar paisajes únicos
"Mi fotografía, al igual que el viento, depende de la dirección en la que sople. Por encima de todo, me gustan los retos, incluso los pequeños"