Siempre me han fascinado la naturaleza y los seres vivos, especialmente los pequeños detalles que no se pueden percibir a simple vista. Como fotógrafo de animales salvajes, una de las áreas en las que me he especializado es en la macrofotografía extrema. Es un tipo de fotografía extremadamente compleja y para la que se requiere una gran determinación y paciencia, pero quiero explicaros lo que hago y cómo lo hago.
Creaciones sobre el terreno
El problema normalmente suele ser el tiempo. Siempre consulto la previsión meteorológica. Para las macrofotografías extremas que realizo, utilizo una técnica denominada "apilamiento de enfoque", para la que se toman varias fotografías del mismo sujeto, por lo que el más mínimo movimiento puede afectar a los resultados finales. Por eso el viento es mi némesis, y cuando sopla, no puedo fotografiar.
Siempre realizo mis fotografías a primera hora de la mañana. Por la noche, los insectos entran en un estado de casi hibernación. Hasta que el sol no los calienta no recuperan su actividad, por lo que es el momento perfecto para capturarlos. Como ya he dicho, es poco probable que se muevan, así que es ideal para lograr mi objetivo.
También debo concederme un tiempo para encontrar la composición y el fondo correctos, y todo esto depende de los colores de la imagen. En mi caso, busco cosas como el rocío de la mañana sobre la hierba. Cuando hay un rayo de sol, se puede crear un bonito bokeh de fondo con las diminutas gotas de agua.
Equipo
Realizo las fotografías con la Sony α7R III, que me proporciona una resolución increíble de 42,4 megapíxeles. Además de la resolución, la α7R III carece de espejo y cuenta con la posibilidad de utilizar un obturador electrónico, por lo que no hay ninguna parte de la cámara que pueda generar vibraciones. Las vibraciones son la peor pesadilla para los fotógrafos que se dedican a la macrofotografía.
Con respecto a la iluminación, casi nunca uso flash. Prefiero utilizar la luz natural y, de vez en cuando, un reflector, solo para iluminar ligeramente las sombras.
Siempre enfoco de manera manual y aprovecho la función de asistencia del enfoque manual de la α7R III. A través de esta función se resaltan los bordes de la imagen que estoy enfocando. Puedo configurar varios colores para el pico del enfoque: amarillo, rojo o blanco, y así diferenciarlo de los colores del sujeto.
Para la exposición, trato de equilibrar de la mejor manera posible el triángulo de exposición, que depende de la velocidad de obturación, la apertura y la sensibilidad. Cuando las condiciones me permiten disparar con una velocidad de obturación menor, intento utilizar una ISO de 100 para obtener la mejor calidad de imagen posible. Lo bueno es que, cuando lo necesito, la α7R III me permite incrementar la sensibilidad para trabajar con una ISO mayor y aun así obtener un gran detalle. La apertura puede variar, pero normalmente disparo con una apertura de entre f/8 y f/13, aunque también utilizo tubos de extensión para reducir aún más la cantidad de luz que entra y lograr una ampliación incluso mayor.
Apilamiento de enfoque
Con la macrofotografía, debido a que la profundidad de campo es muy superficial, incluso cuando se utilizan aperturas bastante reducidas, uso el apilamiento de enfoque, con el que combino varias imágenes con diferentes puntos de enfoque sobre el sujeto. Mediante esta técnica, me aseguro de que el sujeto se mantenga enfocado de adelante a atrás.
Para ello, utilizo rieles electrónicos para fotografía macro y un trípode extremadamente resistente. Estos rieles motorizados mueven la cámara en unidades de micras. Para configurar todo el movimiento y el número de pasos que deseo que se desplace, uso un mando. Tras cada paso, o cada movimiento, la cámara saca una fotografía.
A veces se toman más de 100 o 200 fotografías, razón por la que el sujeto debe estar absolutamente quieto y no debe haber viento. Un solo movimiento del sujeto puede arruinar toda la pila. Por este motivo, siempre observo la imagen en vivo en la pantalla de la α7R III y compruebo que no se haya producido ni el más mínimo movimiento entre las imágenes. Debo ser sumamente paciente y siempre fotografío más de una pila. Un truco es proteger al sujeto con una pequeña carpa o algo similar, algo que le proteja del viento.
Una vez que he realizado las fotografías, utilizo un programa de software para combinarlas en una sola imagen. Uso un software especializado, Zerene Stacker, aunque las imágenes también se pueden apilar con el software de edición más conocido.
Últimos consejos:
"Siempre procuro que mis fotos sean mejores, independientemente de cuánto tiempo me lleve y cuánto esfuerzo exija"