El color es una parte muy importante de mis fotografías de paisajes. Ya sea un paisaje épico con colores de una viveza increíble, o bien algo más sutil, me gusta mostrarle al espectador lo alucinantes que pueden llegar a ser la luz y el color.
Cómo planificar la ubicación
Todo comienza con la planificación. Paso mucho tiempo buscando información acerca de los lugares en los que voy a fotografiar paisajes, especialmente en mi país natal, los Países Bajos. Siempre debemos estar atentos a cualquier posible ubicación, aunque hayamos pasado por allí cientos de veces.
Al margen de esto, existen infinidad de formas de obtener información sobre las localizaciones. Podemos encontrar casi cualquier lugar en Instagram o Google Imágenes y, a través de estos, podemos hacernos una idea de la zona y el tipo de luz con la que posiblemente trabajaremos. Cuando investigo algún lugar fuera de lo común, utilizo Google Earth. Puedo pasar horas con la herramienta, observando los paisajes y buscando posibles localizaciones. Cuando llego a una ubicación, suelo utilizar mi dron para explorar posibles localizaciones, en lugar de gastar tiempo y energía buscándolas. Para lograr el color correcto, necesito saber cómo será la luz. Necesito saber cuándo y por dónde saldrá o se pondrán el sol o la luna. Para ello, casi siempre utilizo la aplicación PhotoPills, que me permite ver cómo se moverán la luna y el sol y cómo afectará a los colores del paisaje.
También suelo consultar la previsión meteorológica, ya que influye en gran parte en los colores de las imágenes. Si todo sale según lo planeado y el tiempo está de mi lado, logro la luz perfecta justo antes del amanecer y después del atardecer. En ese momento es cuando el cielo se vuelve de color rojo, rosa o morado, esos colores tan intensos que tanto me gustan. También realizo fotografías nocturnas. De hecho, por la noche, el cielo está lleno de colores que pueden capturarse mediante una exposición prolongada, especialmente en las zonas que carecen de contaminación lumínica.
Aunque, en general, lo que realmente busco son colores complementarios. El azul y el naranja son una de mis combinaciones de colores preferidas, el mar azul con un cielo naranja es una gran imagen. Aunque también puede haber pequeños detalles en primer plano que pueden encajar con el color del cielo, como una pequeña flor o una roca pequeña, por lo que os recomiendo buscar este tipo de cosas y que intentéis utilizarlas en vuestras composiciones.
Una forma de resaltar los sujetos coloridos y de menor tamaño en primer plano es utilizar objetivos gran angular con grandes ángulos. En mi caso, normalmente utilizo el objetivo 12-24mm f/4 G a 12 mm. Al acercarte al suelo con esta distancia focal, de pronto ves todas las líneas y detalles que puedes usar como sujetos en primer plano. A 12 mm, los elementos en primer plano están tan cerca que parece que estás dentro de la imagen.
Otro objetivo que siempre utilizo es el Sony FE 100-400mm f/4.5-5.6 OSS G Master. Es uno de los objetivos con zoom con mayor nitidez con los que he trabajado hasta ahora y me he vuelto adicto a él. Cuando fotografías un paisaje a 400 mm debes ser muy creativo, debes mirar a lo lejos y ver cómo se combinarán los distintos elementos de tu paisaje. Fotografiar con este tipo de distancias focales tan radicales te obliga a ser creativo, gracias a ello se logran imágenes más especiales que si hubiéramos utilizado una distancia focal normal.
Solía combinar mis objetivos con una Sony α7R II, pero ahora me he pasado a la Sony α7R III. Su resolución de 42,4 megapíxeles me permite obtener el detalle que necesito y gracias a su rango dinámico, obtengo detalles en las sombras. Además de la cámara, los objetivos y el trípode, también llevo algunos filtros, aunque casi no utilizo filtros ND graduados, sino que tiendo a exponer los reflejos. Sé que con la α7R III puedo capturar casi en todo momento una gran cantidad de detalles en las sombras, que después puedo resaltar al editar las imágenes.
Edición
A la hora de editar las imágenes, me gusta retocarlas para sacar lo mejor de cada escena. Sin embargo, nunca finjo una escena cambiando el cielo, sino que utilizo mis técnicas de retoque para mostrar la realidad de la escena de la mejor manera posible. Utilizo Adobe Lightroom para catalogar mis imágenes y, a continuación, Adobe Photoshop para retocarlas, ajustando el color y el contraste y aclarando y quemando determinadas áreas de la imagen.
Se suele decir que la fotografía peca de demasiado procesamiento, o incluso que una imagen puede parecer falsa, especialmente en el caso de los amaneceres o las puestas de sol. Pero la luz natural y el color pueden ser increíbles y, en ocasiones, hasta he tenido que reducir la saturación en algunas zonas de la imagen, por lo que mi consejo es que te levantes temprano y contemples el espectáculo que puede ofrecer la naturaleza.
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