Para mí, no hay nada comparable a observar e inmortalizar una maravillosa aurora boreal en una noche invernal y oscura en el Ártico. Las auroras boreales son impredecibles, y por ello ‘la caza’ y la espera son igual de emocionantes. Para que se puedan ver bien, deben ocurrir muchas cosas y, tan pronto como aparecen, pueden desaparecer. Ninguna aurora es igual a la anterior, así que siempre que dan una buena previsión de auroras, me sigue emocionando pensar que ese día presenciaré la aurora perfecta.
Qué fotografiar y dónde
Las imágenes de auroras boreales están a medio camino entre dos tipos de fotografía: paisajística y astronómica. Al igual que ocurre con las imágenes de paisajes, las fotos de auroras boreales deben tener un primer plano y un fondo atractivos. La historia se debe centrar en la ubicación y en el dramatismo del cielo iluminándose.
Suelo recurrir a las montañas como telón de fondo atractivo y a los lagos o ríos para añadir un elemento interesante en primer plano. También ofrecen la posibilidad de capturar el reflejo de la aurora en el agua, por lo que no siempre es necesario que las auroras sean muy intensas para capturar grandes imágenes.
Exponer la imagen
Al igual que con cualquier otro tipo de fotografía, los ajustes de la exposición para capturar las auroras boreales dependerán de cada situación.
Si las auroras son débiles, es necesario utilizar mayor tiempo de obturación para que se vean mejor, pero con toda certeza necesitarás un objetivo con una apertura f/2.8 o mayor que te permita capturar tanta luz como sea posible. Para fotografiar la escena en toda su amplitud, suelo utilizar un ultra gran angular, ya sea el Sony FE 16-35mm f/2.8 GM o el recién estrenado FE 12-24mm f/2.8 GM.
Como la visualización de las auroras suele ser muy débil al principio, es importante estar al tanto de los ajustes de exposición y ser muy flexible. Cuando las auroras son muy potentes, disparo con la velocidad de obturación más rápida posible. El objetivo es congelar toda la acción posible que tiene lugar dentro de las auroras y que los rayos sean más visibles, en lugar de la sopa verde difusa que solemos ver en las imágenes de larga exposición.
Esto supone tener que subir la sensibilidad de la cámara. Por suerte, con las cámaras de la serie Sony Alpha 7R puedo subir la sensibilidad ISO tanto como lo necesite, lo cual me encanta, porque sé que el ruido seguirá siendo mínimo y podré recuperar los detalles de las sombras.
Enfoque
Cuando se fotografía la aurora, la mayor parte del tiempo buscas enfocar las estrellas. Hacerlo en una noche invernal, fría y oscura puede ser un desafío para una DSLR normal. Sin embargo, con las cámaras Sony puedo utilizar la función integrada Focus Peaking, que destaca las zonas enfocadas. También tengo activado el asistente de enfoque manual, que consigue que la cámara se acerque automáticamente a la imagen cuando giro el anillo de enfoque del objetivo. Esto hace que sea incluso más fácil encontrar las estrellas y enfocarlas.
Algo que debes tener en cuenta cuando utilizas una gran apertura, por ejemplo, f/2.8, es que los elementos en primer plano no van a quedar muy nítidos si enfocas las estrellas. Como norma general, cuando utilizas un gran angular de 16 mm con f/2.8 en una cámara full-frame, conseguirás que la mayoría de los elementos en primer plano que están a una distancia de hasta 3 o 4 metros de tu cámara tengan una nitidez aceptable, incluso cuando enfocas las estrellas. Pero si buscas mayor nitidez en primer plano, puede que necesites realizar diferentes capturas enfocadas en varios puntos y combinarlas utilizando Focus Stacking.
Solo debes recordar una cosa: tú no tienes el control, las auroras boreales, sí, especialmente cuando se mueven con rapidez. Intenta mantener un tiempo de exposición breve, por debajo de 1 segundo si es posible, y no tengas miedo de subir la sensibilidad ISO.
Prepárate también para cualquier cosa que el entorno te tenga preparada. He estado fotografiando auroras con mi equipo Alpha a temperaturas de hasta -35 °C sin problema, pero al igual que ocurre con todos los dispositivos electrónicos, las baterías pueden sufrir con esas temperaturas. Siempre las llevo en los bolsillos de la chaqueta para que mantengan el calor y duren más tiempo. Además, en temperaturas bajas muy extremas, la pantalla LCD también puede fallar, por lo que coloco una tela sobre la cámara para darle un poco de calor mientras espero el momento perfecto.
Ahora bien, si hay algo que recordar es que siempre debes dejar que el primer plano te adentre en la imagen, hacia esa montaña épica del fondo, con las auroras espectaculares sobre la montaña y, si tienes suerte o lo has planeado bien, conseguirás también un primer plano en el que las auroras se reflejen en el río.